Hola de nuevo interraileros. Hoy hemos amanecido por primera vez en nuestro increíble viaje, descubriendo que nuestras cómodas camitas se han convertido en unos colchones mohosos de albergue. Ahora en serio, la causa de por que algunos dormimos poco fue básicamente por los nervios, por lo menos en mi caso.
Dejando a un lado la visita felina que recibimos por la mañana, con gran alivio debo mencionar que en todo el día fuimos capaces de hacer turismo en condiciones, ya que pudimos dejar las mochilas en nuestro bungaló, que era mejor de lo esperado, debido a un error en el momento en el que nos concedieron las habitaciones, lo cual era de agradecer.
Tras el desayuno, que solo tres interraileros (Bety, Javi y yo) nos permitimos, cogimos el metro, al cual ya nos íbamos acostumbrando, dirección a la parada Colosseo, en la cual, obviamente, se encontraba el Coliseo.
Tras debatir un tiempo, decidimos que todos compraríamos un ticket para visitar el Coliseo, el Foro y el Palatino por 7,5€ al ser miembros de la UE, excepto Dámaris que, como es menor de edad, pudo entrar gratis. Nos recorrimos todo el Coliseo devorando las dos botellas de agua que compramos el día anterior, rellenándolas continuamente ya que el calor era considerable.
Al encontrar la salida del Coliseo, fuimos de nuevo a la búsqueda de un supermercado donde abastecernos. Tras un paseíto encontramos un Carrefour, donde nos compramos embutido, pan, algunos productos de higiene, leche y galletas para el desayuno del día siguiente. En un parque próximo, empezamos nuestra deprimente comida, que consistía en dos sándwiches de chorizo y lomo envasado. Empezamos a plantearnos si las palomas serian una buena cena. De todas formas decidimos que en el apartamento de Zagreb comeríamos todos los días cosas cocinadas (huevos, tortillas, arroz…).
Elena: Papa, dile a la yaya que tengo hambre
Javi: Mamá, ¡¡quiero una paella cuando vuelva!!
Tras la deprimente comida, fuimos directos al foro, cargando con las bolsas de comida, culpa nuestra por no comprar las cosas al final antes de irnos. Nos tragamos toda la tarde en el foro y el palatino, viendo ruinas y construcciones cuya estructura nos sorprendía al haber sobrevivido cientos de años. A algunos de nosotros les parecía solamente piedras.*cof* Dámaris *cof*
Las piedras de Dámaris.
Indignados por no poder ir a la playa |
Nos desplomamos directamente sobre las camas. Dámaris, Elena y yo fuimos los que más dolor de pies trajimos, aunque nos tuvimos que aguantar. Cenamos, otra vez, de forma deprimente. Esta vez, solo un sándwich de embutido, el cual para algunos no fue suficiente, por lo que los chicos y Elena fuimos a comprar unas pizzas. Dámaris y Bety decidieron ahorrarse el dinero (2€)
Tras tener el estomago un poco mas lleno de lo que teníamos establecido (casi nada) nos fuimos a la cama prontito, ya que al día siguiente íbamos a ir al Vaticano casi todos, ya que Javi y yo preferíamos ahorrarnos el dinero porque ya lo habíamos visitado anteriormente.
Hay que añadir que en el día de hoy, las primeras discusiones salieron a la luz, por asuntos de comida, dinero, planes y horarios. Tenemos que intentar aguantar, aún nos quedan 24 días de convivencia y tenemos que divertirnos todo lo que podamos.
-Las ruinas NO son solo piedras
-El desayuno es la comida MÁS importante del día.
-No hace falta pagar a un guía sí te puedes acoplar a un grupo que sí lo tenga
-Más vale pizza en mano que muerto de hambre
-Las compras, al final del día (las bolsas pesan)
-No tengáis miedo, no pasa nada si por la tarde os da por pasear lácteos.
-No hay ningún monstruo escondiéndose en tu bungalow
Gasto medio: 20-25€
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