domingo, 28 de octubre de 2012

Peregrinación al Rocío-Día 3

Día 3- Domingo y vuelta a casa

Nos despertamos pronto como siempre para rezar laudes y preparar las maletas, recoger y limpiar todo. 

Los de la hermandad nos dieron un desayuno en condiciones,  colacao y bollitos. Yo me comí como 5. Eran dulces de esos buenos buenísimos, que venden en cajas grandes y a veces de madera y suelen ser artesanales. Estaban buenísimos.

Después de eso nos metimos en el autobús, para casi no salir de él. Nos pusieron la peli de “Misión imposible: protocolo fantasma”. Yo me quedé dormida y para cuando me desperté solo había puñetazos y patadas, así que me volví a dormir.

El autobús se rompió, por lo que estuvimos parados en un pueblo en medio de la nada como una hora o así. Yo, en esa hora, seguí durmiendo. Mal hecho, porque luego me tiré el resto del viaje con la necesidad de ir al baño y no podíamos parar.

Tuvimos que ir rapidísimo hasta  que llegamos a Trujillo, donde fuimos a misa. Llegábamos un poco tarde, así que fue una carrera contrarreloj, pero al final llegamos a tiempo.

Luego comimos por allí, comida típica de extremadura (bueno, en mi caso, hamburguesa) y andamos bajo la lluvia hasta que volvimos al autobús.



Una vez allí dentro  no salimos hasta llegar a Madrid. Llegamos tarde y cansadísimas. Y es que esto de peregrinar en autobús es muchísimo más cansado que peregrinar caminando, y no, no es ironía.

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